MANUEL VILLEGAS

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Para mí, la actuación es la vida misma.
Foto: iEve González | Styling: Ricci Fuentes | Make Up NanGC @ArtPRoMakeup | Hair: Carla Garcia @ArtPRoMakeup

Manuel Villegas, actor, nos cuenta sus procesos y encuentros con su personaje de David en la serie de La cabeza de Joaquín Murrieta.

Dixpa – ¿Qué significa la actuación para ti?

Manuel Villegas – Es una respuesta complicada, pero para mí sucede cuando mi vida entra en y se involucra con mis personajes: entro de manera muy personal, de manera muy a fondo con ellos, más allá de las teorías contemporáneas de actuación, de si el actor debiese o no involucrarse tanto con sus personajes. Yo así lo hago, me funciona y lo disfruto mucho: para mí, la actuación es la vida misma. 

 

D – Ahora que eres actor, ¿de qué manera se cruza la discriminación racial en la historia de David?

MV – Ay, es difícil, la verdad, porque esa pregunta sí me mueve una fibra bien sensible… Es fuerte porque, desgraciadamente, yo perdí a mi mamá hace menos de un año, y con ella perdí también a uno de los referentes más grandes que tenía. Veo a un niño sentado en una butaca de teatro viendo hacia arriba, hacia el escenario, y contemplando la vida conforme pasa y a mi mamá participando en ella.

D – Cuando interpretaste a David en La cabeza de Joaquín Murrieta y lo describiste como alguien que no tiene nada que perder, ¿crees que David tiene algo en común con Manuel Villegas?

MV – Todo. Ahora que, en cuanto a no tener nada que perder, a lo mejor ahí ya no tanto porque yo tengo mucho que perder, no sé si afortunada o desafortunadamente. Las similitudes también existen porque David atraviesa problemas discriminatorios bastante violentos y se ven a lo largo de la serie, lo cuales también he vivido. Son situaciones que, por desgracia, se repetirán hasta que podamos ver a todas las personas como los seres humanos iguales, idénticos y con los mismos derechos que somos. Yo creo que una cosa a cuestionar de David es que no lucha, pero es porque en ese momento no se peleaba demasiado contra la discriminación: aun así, David la sufre y la sufre mucho, aun cuando él ya ha perdido todo. También siente que se desmorona cada vez que enfrenta un rechazo y en eso creo que nos parecemos mucho.

D – Ahora que hablas de la discriminación, ¿de qué manera cruza la historia de David con la discriminación racial?

MV – La atraviesa en todos los sentidos: hay muchos momentos donde David le dice a Adela “mírate: no te miran igual, no te pagan lo mismo, te tienen limpiando su mierda”. También le hacen burla por no saber el idioma, como si no conocerlo fuera un pecado o un delito, como si el color de piel o el comer cosas distintas fuera suficiente para alimentar las diferencias. David es el empleado de más bajo rango de todos por el simple hecho de no haber nacido en tierras norteamericanas.

D – ¿Qué tan importantes son para ti, como actor, la perseverancia y la resiliencia en el desarrollo de tu carrera?

MV – Justo ayer estaba reflexionando con una colega sobre eso y yo tiendo a ser muy perseverante, muy resiliente y exigente conmigo mismo, por lo que muchas personas me han dicho “te castigas mucho”. Yo les respondo que sí, pero me ha funcionado y me ha salvado el estar insistiendo e insistiendo: llega un punto en el que, la verdad, ya no se sufre. Cuando sufro el rechazo de alguna producción y me dicen que no doy el perfil o buscaban otra cosa, ya sólo digo “bueno, ya vendrá”. Hay que insistir porque, si no, capaz y dejas la carrera porque te dijeron dos veces que no. Yo recuerdo que uno de mis mentores en la actuación decía “el actor sufre porque todo el tiempo está en busca de la aprobación y en busca del sí, pero el actor tiene que entender y aprender a vivir con el no”. Y ni modo: hay que seguir adelante, seguir buscando oportunidades, seguir preparándose y seguir perfeccionándose.

D – ¿Qué le dirías al Manuel que recién inició en la Escuela Nacional de Arte Teatral? 

MV – Le diría que no dejara de ser perseverante. En la escuela me tocó sufrir la insistencia de que no fuera matado porque “de eso no iba la carrera”, pero yo a ese Manuel le diría “no los escuches y sigue tu camino porque eso te va a dar resultados”. Yo, hasta la fecha, lo compruebo. El ser una persona tan disciplinada te abrirá las puertas en muchos aspectos. Tenía la completa certeza que lo iba a lograr y nunca entró en mí la duda de qué pasaría si no. Y aún lo sé, digo “cuando me toque protagonizar, voy a hacer esto, esto y esto”.

 

D – ¿Algo que quieras agregar?

MV – Espero que las personas puedan encontrar en el personaje de David algo que les acompañe de cualquier forma, que les mueva fibras sensibles y les haga darse cuenta de cómo se ven los procesos discriminatorios, que les haga un poquito de ruido y, quizá, hasta les lleve a decir “creo que soy parte de esto” o “me están discriminando de alguna manera”.