Por: David Sula
Hace unas semanas, hablando sobre empatía en un diplomado que estaba cursando sobre VIH, recordé un momento que me sacudió, en primera porque recién me habían dado mi diagnóstico y en segunda, porque no podía creer lo que escuchaba de una persona, supuestamente, especialista en el tema.
Lo que esta persona afirmó es que las personas que vivimos con VIH es porque así lo decidimos, han pasado seis años de eso y cada que o recuerdo se me hace un nudo en el estómago porque, hablando de mi caso, puedo asegurarles que un abuso sexual es lo que menos me hubiera gustado vivir en mi vida.
Y así como yo, hay más casos. Creo que cada uno es particular y no podemos generalizar ni juzgar y mucho menos dejar de ser empáticos con los demás.
Fueron muchos años los que yo luché con el comentario de esa persona, me hacía cuestionarme si tenía razón, pero al mismo tiempo sentía mucho enojo.
Fue hasta hace poco y después de pasar temporadas en terapia, grupo de ayuda y demás, que comprendí que me guste o no, tengo cierta responsabilidad pero que eso no justifica lo que me sucedió.
Mi responsabilidad fue confiar en una persona que se decía ser mi amigo, mi responsabilidad fue aceptar una invitación, pero lo que sigue, ya no, no es mi responsabilidad lo que hizo esta persona, y por ende, no tenía por qué martirizarme y juzgarme a mí mismo una y otra y otra vez y cargar con una culpa de algo que no hice.
Es así como hace unos días, cuando se cumplieron seis años de mi diagnóstico, tomé una decisión muy importante, perdonar a esa persona que me hizo daño, y lo hice porque así como no tenía por qué cargar con esa culpa, tampoco tenía que hacerlo con el resentimiento, odio y sentimientos negativos que al final, al único que dañaban era a mí mismo.
Así que decidí soltar, perdonar y hacerme cargo de mí, de las cosas que tengo que sanar para estar bien y en paz conmigo mismo, porque no puedo cambiar el pasado ni puedo responsabilizarme de los actos de los demás, pero lo que sí puedo hacer es aprender de lo sucedido, crecer y seguir adelante…sin cargas a cuestas…viajando ligero.
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