Se necesita mucha fe y jugarse el todo por el todo en lo que sea que vayas a hacer.
Foto: iEve González | Styling: Yun Villanueva | Grooming: Omar Valle
Backstage: Armando Barrera | Producción: Roger SH
Actor versátil y voz en el doblaje mexicano, Jerry Velázquez es, sin duda, una figura que ha dejado su impronta en la escena artística contemporánea. En cada proyecto, ya sea en teatro, cine o televisión, Jerry canaliza su pasión y entrega en una búsqueda constante de crecimiento y autenticidad. Desde su participación en Y llegaron de noche, donde explora la interpretación de personajes complejos, hasta sus incursiones en el teatro musical y el mundo del doblaje, su carrera da cuenta de una trayectoria sólida y en evolución.
Dixpa – ¿Cuál es tu nombre y a qué te dedicas?
Jerry Velázquez – Me llamo Jerry Velázquez, pero mi nombre de pila es Gerardo de Jesús Velázquez Molina. Soy actor, cantante, bailador y hago todo lo que me pongan a hacer que tenga que ver con el escenario.
D – Quisiera comenzar con la serie con Eugenio Derbez, Y llegaron de noche, para saber: ¿Cómo es que te involucras con una serie de época? ¿Cuál fue tu proceso previo a comenzar el rodaje?
JV – Ese aspecto fue de lo más disfrutable de la serie, la verdad, porque te permite jugar con otras formas de hablar o divertirte con el vestuario, a la vez que, mientras más distancia ponemos entre nosotros como actores y nuestros personajes, mayor libertad, creatividad y juego es posible. Además, mi personaje me encanta porque, como interpreto a Renfield, que es un loco poseído, puedo cantar, puedo ser un alcohólico, puedo comer bichos, gritar o llorar.
D – La historia en la que se basa Y llegaron de noche, además, me parece un gran ejemplo de la creatividad latinoamericana, donde hacemos lo más con lo menos al carecer de estos mega presupuestos que maneja Hollywood. ¿Qué te dejó a ti esta historia?
JV – Es fuerte que nuestra serie hable de cómo, en Latinoamérica, nos toca competir con proyectos americanos valiéndonos con una micro fracción del presupuesto que ellos tienen. Refleja una realidad difícil de digerir, pero que, ojalá, un día cambie. Aun así, creo que es hermosa la calidad que logramos, tanto en la serie como en su historia y otros muchos ejemplos actuales y clásicos. Este proyecto me llenó de orgullo y me dio la oportunidad de explorar muchas facetas mías como actor con Renfield.
D – Las carreras creativas son, por decir lo menos, muy desafiantes y tú eres un actor que trabaja una gran variedad de formatos: teatro, plataformas de streaming, stand-up, YouTube, etc. ¿Cuáles son las cualidades que crees que son necesarias para lograr una carrera tan constante y exitosa como la tuya?
JV – Para tener una carrera exitosa, bueno, primero debes hacer las paces con ciertas cosas: en especial porque juegas con varios factores de los que no somos responsables o que, a veces, no podemos cambiar. Participa nuestra apariencia, a quién le caemos bien, si Fulano nos conocía algún lugar u otro momento en la vida y demás. Puedes confiar en tu trabajo y defenderlo siempre, pero nuestro control real solo llega hasta donde nosotros podemos tomar decisiones y hacer cambios. Algo que yo hago mucho, por ejemplo, es una constante autoevaluación para saber qué puedo hacer mejor, qué puedo entrenar, reforzar o qué nuevas habilidades necesito para hacer mi trabajo. Por último, diría que también se necesita mucha fe y jugarse el todo por el todo en lo que sea que vayas a hacer. Eso te da la convicción y un poco del empuje necesario para dar los pasos que tienes que dar: de otra manera, si vas dando pasos dudosos, será mucho más difícil alcanzar tus metas.
D – Hablando de tu carrera en teatro, tienes dos premios Metro: uno por mejor actor de reparto por Casi Normales y otro como mejor actor por Desde Cero. ¿Qué representa para ti ese reconocimiento?
JV – Fue un abrazo a mi alma. Luego los actores somos muy inseguros y pensamos que somos los peores o que llegamos al lugar en donde estamos por pura suerte. Nuestro síndrome del impostor siempre está ahí, incluido el momento mismo de la premiación cuando dicen tu nombre y dices “no, no puedo ser yo”, hasta que ves toda la conmoción a tu alrededor. De hecho, en ambas premiaciones se puede ver mi cara de no poder creerlo. Para mí, ambos premios me hicieron saber que hay gente en nuestro gremio que reconoce mi trabajo, cree que merece ser visto y que es bueno. Me producen una suma de sensaciones muy hermosas y reconfortantes.
D – También, a lo largo de tu carrera, has hecho mucho doblaje. ¿Qué te llevó a ese gremio? ¿Cómo lo compararías con tus otros trabajos en cine, televisión, teatro o series?
JV – Empecé a buscar oportunidades en doblaje porque siempre había sido mi sueño hacerlo: siempre había sido muy fan de las películas de Disney, de escuchar estas voces en español y pensar en quiénes eran en su día a día, en cómo sería tener ese trabajo tan genial. Siempre estuvo en mi cabeza el amor por el doblaje y la animación y, cuando hice el reality show de High School Musical, varios de nuestros maestros eran actores de doblaje. A partir de esa relación pude tener un entendimiento de cómo funcionaba, a qué estudios tenía que ir, a dónde reportarme para pedir una oportunidad y la maestra Gaby Cárdenas fue la mayor responsable de eso.
En cuanto a cómo se compara con el resto de mi carrera, creo que son medios muy distintos: al actor, en televisión, en cine y en teatro, le dan muchísima libertad para ir más cercano a su ritmo y crear el personaje desde cero o para hacer lo que tú quieras. En doblaje, por otro lado, tienes que atenerte en lo que alguien más ya hizo: a las pausas, a la forma de hablar e, incluso, a los tonos que usa. Además, te dan poco tiempo para lograrlo y debe lograrse un traslado realista de un idioma al otro. Es un trabajo de estar muy a las vivas y de poner tus capacidades actorales y de lectura y comprensión de escena a la primera. Eso es de lo que más me gusta del doblaje, la verdad, porque es como un gran ejercicio actoral al que, quién sabe por qué, alguna gente le hace el feo y no tienen idea de todo el trabajo que involucra y de todo el mérito y reconocimiento por los grandes trabajos de traducción que se hacen en nuestro país.
D – En el 2022 hiciste público que formabas parte de la comunidad LGBT+, contrario a muchas otras personas que, por temor a cómo pueda repercutir en su trabajo, se mantienen en el clóset. ¿Cómo ayudarías a que la industria sea un espacio más seguro para las disidencias y cómo cultivar la diversidad para no encasillar a actrices y actores en ciertos roles?
JV – Los que más responsabilidad tienen ahí son los productores y directores: esas son las personas que toman las decisiones. Ahora bien, sí o sí es importante alzar la voz, dado que estamos en un momento histórico, donde la conversación sobre visibilidad, reconocimiento y empleo para actores que representen la realidad de los personajes en pantalla, no puede ni debe ser silenciada. En lo personal, estoy de acuerdo con que estas personas que siempre han sido marginadas sean las primeras a quienes se consideren para personajes con los que comparten características: me parece congruente. Sin embargo, también está la otra parte, donde se repite una y otra y otra vez la decisión de que, para actores disidentes, solo existen estos personajes y solo se les considerará si sale algo similar a eso que ya vienen haciendo. Ahí es donde debe crearse conciencia entre directores de casting, directores y productores para abrir sus mentes más allá de lo que saben, o creen que saben, sobre alguien y así dar oportunidades que, de paso, ayuden a no perpetuar estereotipos.
D – Para terminar, ¿qué le dirías al Jerry Velázquez niño, que apenas se maravilla con las voces y los actores de las películas?
JV – Le diría: “felicidades: lo logramos”. Le diría que entre a la carrera de actuación cuanto antes, para que se quite todos esos fantasmas e inseguridades mías de no haberla estudiado, y le diría que está bien ser él. Que ser alguien genuino es lo que permite lograr cosas lindas y no toda esta idea de quién más nos gustaría ser o de acoplarnos a los gustos y personalidades de alguien más. Quienes somos es lo que nos da el trabajo y quienes somos es lo que nos permite conectar con los demás.
D – ¿Algo más que quisieras agregar?
JV – Los premios Metro necesitan mucho apoyo: están a punto de desaparecer, pero ojalá que encuentren a alguien que quiera apoyar al teatro que se hace en nuestro país. Por mi parte, les pediría que no se pierdan Las Bravas F.C., Y llegaron de noche y nos vemos en el teatro, porque vienen muchas cosas el próximo año.