NINA CERVANTES LA VOZ VIBRANTE EN EL ESTADIO

Foto: Richi Anima | Styling: Manuel Delgado | Locación: Nelly House | muah: Carmen Hirian |  Producción: Roger SH

Nelly Zava – Nina Cervantes pertenece a esta segunda categoría. Una mujer que, con fuerza, carisma y pasión, ha hecho historia al convertirse en la primera voz femenina del Estadio Banorte y en una de las figuras más reconocidas de la locución deportiva en México. 

En esta conversación, nos comparte su historia con la naturalidad de quien ama lo que hace: desde sus inicios en la radio hasta convertirse en la voz que pone piel de gallina a miles de aficionados en cada partido. Esta es una charla sobre sueños, constancia y el poder de creer en nuestra propia voz.

Nelly Zava – Nina, muchas gracias por esta charla. Antes que nada, nos gustaría saber más sobre ti.

Nina Cervantes – Hola Soy Nina, soy poblana, llevo 29 años como locutora, de los cuales ya llevo ocho como voz de estadios: cuatro con el club de mis amores, el América, y muy recientemente también con la Selección Mexicana. He hecho televisión y conducción, que creo que también es una de mis grandes pasiones, y me dedico también a la locución comercial.

Nelly Zava – Muchas personas que trabajan en locución tienen un “camino” poco visible para el público. 

¿Cómo ha sido para ti este proceso hasta que la gente comenzó a identificarte y conectar contigo?

Nina Cervantes – Ha sido muy bonito. Hoy tenemos las redes sociales, que nos ayudan mucho, pero cuando no existían, hace 29 años que empecé, todo era distinto. Hay gente que me reconoce solo por la voz, ¡y es impresionante! Me ha pasado que voy caminando fuera del estadio o estoy en una tienda y alguien me dice: “Tú eres la voz del estadio, ¿verdad?”.  Esa conexión con la gente me encanta: me gusta esta parte de ser una voz, porque el oyente puede imaginar cómo es esa persona: rubia, pelirroja, morena, en fin. Esa es la magia de la radio, que te permite imaginar. Ahora, con las redes sociales, estoy muy agradecida de que la gente me pueda reconocer, especialmente fuera del estadio, pero también aprecio mucho la posibilidad de convivir, apapacharnos y abrazarnos. Me hace sentir como la última chela disponible durante una final donde estamos a 40°. Cada vez que eso sucede, sea que me reconozcan o me pidan una foto, yo lo acepto con mucha gratitud porque lo veo como un privilegio.

Nelly Zava – En este camino de la locución, ¿cómo empezaste? ¿Cuál fue ese primer trabajo en el que dijiste “de aquí soy”?

Nina Cervantes – Siempre he sido amante de la radio. Me dormía con la radio prendida y andaba con los audífonos pegados: era mi mundo. A los 15 años escuché una convocatoria que buscaba nuevos talentos, así que llamé por teléfono y, afortunadamente, la persona me dijo: “Claro que puedes participar, no importa que seas menor de edad”. Hice mi demo en cassette como Dios me dio a entender e incluí pausas, intros de canciones, locución… todo muy instintivo. Mandé mi demo y, de entre casi 500 participantes, resulté ganadora. Entré por la puerta grande: mi primer trabajo formal fue en radio, en Puebla, y estuve diez años en cabina hasta que me mudé a la Ciudad de México, donde descubrí la televisión, la conducción y la locución comercial. Eso fue lo que me llevó a los deportes.

Nelly Zava – ¿Qué has aprendido al trabajar en estadios de México y Estados Unidos en cuanto a adaptación al espacio, al público y al ambiente?

Nina Cervantes – Es hermoso porque aprendes que cada estadio tiene su propio espíritu. Pero, entre todos ellos, definitivamente el más imponente que he pisado es el Estadio Banorte: tiene una energía muy especial. Cada vez que bajo a la cancha, me tiemblan las piernas. Sales del túnel, se abre el ambiente y siento cómo se me acelera todo… es imponente. También he estado en el Olímpico Universitario, por ejemplo, y ese tiene otra energía completamente distinta. No por nada es patrimonio material de la humanidad: mientras estás en cabina, en el Palomar, y quedas frente a Rectoría, a los murales, con los volcanes al fondo… me parece una experiencia muy cultural. Por otra parte, en mi tierra, que es Puebla, tuve oportunidad de ir al Estadio Cuauhtémoc como americanista y presencié el comienzo de una racha que nos llevó al tricampeonato. Y ya en Estados Unidos también fue otra historia: aprendí mucho sobre cómo se produce el sonido local, justo porque la afición y la música son completamente distintas. He trabajado en seis estadios distintos, con seis sonidos locales diferentes, y ninguno se parece en lo absoluto. Además, luego de los cambios o remodelaciones como las del estadio azulcrema, todo cambia. Ahora estoy mucho más cerca de la gente, casi entre la afición, y mientras vamos viviendo el partido o cantando los goles, puedes sentir cómo el recinto tiene un espíritu muy bonito del cual aprendes muchísimo.

Nelly Zava – Muchas veces los roles de “voz oficial” se acompañan de una gran responsabilidad simbólica: representar toda una identidad, una comunidad, una misma emoción. ¿Cómo vives esa responsabilidad?

Nina Cervantes – Mira, yo lo entendí desde muy joven. Mi primer jefe, cuando tenía 15 años, me dijo: “Hoy dejas de ser Nina: hoy eres la del radio, para bien o para mal”. Y hoy soy “la del estadio”, también para bien o para mal. Es un privilegio, pero con mucha responsabilidad de por medio porque no solo me representa a mí, sino también a mis hijos y mi familia. Ahora dicen: “Ella es la del estadio” o “él es el hijo de la del estadio”. Afortunadamente, todos en casa somos futboleros, así que eso se vive como un orgullo, pero sí hay que dejar una buena huella, como ya te comentaba, sobre todo porque queremos que se abran más caminos para otras mujeres en todos los deportes y niveles.

Nelly Zava – El hecho de abrir camino como mujer en un espacio predominantemente masculino es muy significativo. ¿Hubo momentos en los que te sentiste impedida u obstaculizada?

Nina Cervantes – Diría que he tenido buena suerte. Aunque sí, hay gente que le teme a lo desconocido, y eso es natural. Imagínate, en el estadio hubo una sola voz durante 53 años, y era masculina. Además, era la voz del sindicato, de la televisora y de muchas campañas publicitarias. Entonces, más que difícil, fue complicado para algunos el mero hecho de adaptarse al cambio. Aun así, el mundo mismo ya cambió: hoy hay redes sociales, ligas femeniles y mujeres en puestos importantes. Falta mucho camino por recorrer, pero he tenido la fortuna de encontrarme con aficiones que me han apapachado de una forma preciosa. No somos una, somos muchas, y llegamos para quedarnos. Y sí, siempre habrá alguien con un chip viejo que diga “que se vaya a lavar platos”, pero también hay niñas de tres años que me imitan y dicen: “Yo quiero ser la voz de un estadio como Nina”. Eso no tiene precio.

Nelly Zava – Pensando en tu marca personal, ¿cómo defines tu “voz” como marca?

Nina Cervantes – Como una voz poderosa. Soy de las pocas locutoras a las que les bajan el volumen al grabar. Siempre fue así: de niña me decían “bájale a tu volumen de voz”, pero este es mi tono natural. Hoy lo abrazo porque mi voz es fuerte, poderosa y con propósito. Llevo el mensaje de abrir brecha en un mundo del fútbol siendo mujer. Soy ruidosa, escandalosa y, como te digo, poderosa.

Nelly Zava – ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Nina Cervantes – Sin duda, el Mundial. Tuve la fortuna de ser convocada por la Federación Mexicana de Fútbol y ya hice un primer partido con la Selección. Anunciar y representar a tu país es lo máximo. Mi objetivo es estar en la inauguración del Mundial y ser la voz de la Selección Mexicana, tanto varonil como femenil. Más adelante, me gustaría producir los sonidos locales de los estadios, no solo como equipo, sino como concepto integral.

Nelly Zava – Se viene un año mundialista, con posibilidades reales de que te quedes con ese puesto de ensueño, ¿qué significaría eso para ti?

Nina Cervantes – Sería cerrar el círculo de todo lo que me he propuesto durante mi carrera. Ser la voz del Mundial sería mi Balón de Oro, la pieza que me falta tanto a nivel profesional como personal. Llegar ahí significaría culminar todo este recorrido con el corazón lleno.

Nelly Zava – ¿Qué evento te ha marcado especialmente, ya sea por la emoción o el reto, y qué aprendiste de el?

Nina Cervantes – Yo hacía cabina pop, imagina a Britney Spears y “Baby One More Time”, hasta que un día empecé a hablar de fútbol como aficionada. Comenté un partido Puebla vs. Santos y critiqué un poco a los jugadores, pero, en eso, entró al aire un jugador del Puebla que me estaba escuchando. A partir de esa experiencia entendí que el fútbol tenía otra cara más humana, más cercana al día a día de todas las personas. Empecé a hablar con jugadores de distintos equipos y a preguntarles cosas como “¿qué comen?”, “¿cuántos pares de calcetas usan?”, y me encantaba lo receptivos que eran con esa curiosidad genuina. Sin darme cuenta, conecté con el fútbol desde un lugar auténtico que la gente disfrutaba y mira a dónde me trajo.

Nelly Zava – Con todo lo que has logrado, ¿qué le dirías a tu yo de niña?

Nina Cervantes – Le diría: créetela. Créetela más todavía. Me costó mucho aceptarme. No me gustaba mi voz y seguido me decían que gritaba. Pero hoy entiendo que esa voz era mi fuerza. Le diría: “Que no te dé pena ser ruidosa ni ser el show de la familia o hablar fuerte”. La radio me encontró a los 15 años, y me habría gustado conocer antes a esa versión de mí que es más segura, que se acepta. A las mujeres nos cuesta eso: aceptar nuestra voz, nuestro cuerpo, nuestras formas. Pero cuando aprendes a defender quién eres, te vuelves auténtica y hay pocas cosas tan valiosas como esa.

Nelly Zava – Para finalizar, ¿quieres decirle algo a nuestros lectores de DIXPA?

Nina Cervantes – Sí, agradezco que existan contenidos tan genuinos y diferentes como los de DIXPA, que logran sacar una parte de ti que ni imaginabas. Me encantó que supieran cómo sacar mi “lado B”, uno que ni siquiera yo sabía que tenía. Lo hacen muy bien, con mucha sensibilidad, y me parece que ver el mundo con esa mirada tan auténtica es un arte.