El teatro musical tiene esa virtud de hacerte conectar con tus emociones.
Foto: iEve González | Styling: Le Kirikou Martin x Colectivo Creativo de Moda | Grooming: Denisse Millán | Producción: Roger SH
Mariana Celis – Jonathan, me gustaría que comenzaramos platicando acerca de cómo te enteraste de que tenías al personaje de Ogie en Waitress y cómo ha sido para ti construir el proceso de llevarlo a escena.
Jonathan Portillo – Ay, fíjate que yo me enteré durante una junta con los creativos de Estados Unidos: el proceso estaba siendo un poquito como un rompecabezas, porque terminamos audiciones por ahí de marzo o abril y nos avisaron hasta casi finales de julio. Fueron cinco, casi seis meses de incertidumbre y te digo: me enteré cuando recibí un mensaje de Playhouse de: “Oye, te queremos citar para que vengas a la oficina”. Yo imaginaba para qué era la reunión, pero no pensé que estaría trabajando en la producción siete días después. Me dijeron la noticia y yo no lo podía creer, sobre todo porque ni siquiera iba a ir a la audición: yo creía que estaba muy chiquito y no daba el perfil, pero pasó lo que, a mi parecer, era lo más inesperado y logré quedarme con el papel.
Este es un personaje que tiene mucha, mucha energía y mucha vitalidad, lo cual contrasta mucho con la energía que, personalmente, tengo en el día a día. Uno de los principales retos fue encontrar esos picos de energía para conectarlos con la presencia física que Ogie siempre tiene. Es un ser muy, muy dadivoso, muy amoroso y apasionado. Ha sido increíble encontrar cómo representar eso en escena y lograr que el público también lo perciba. Al ser el alivio cómico del grupo, Ogie también tiene que ser muy conciso en cómo entra en escena y cómo se conecta con la energía de quienes ya están actuando: su propósito es levantar un poquito la energía y aumentar la felicidad del público para que absorban mejor la información de nuestra historia.

Mariana Celis – Dentro de este proceso creativo que has tenido con tu personaje, ¿ha habido algún reto en específico o algo que hayas sentido que te fue más difícil o contrastante con tu personalidad?
Jonathan Portillo – Sí, justo todo esto que te comento: sobre todo porque yo soy alguien sumamente introvertido y Ogie es todo lo contrario. Es una persona extrovertida, que dice lo que piensa y piensa y habla muy, muy rápido, como si quisiera decir muchas cosas todo el tiempo. Es muy espontáneo, vaya, y eso es algo que no tenemos en común él y yo. El reto, entonces, siempre es lograr la representación de esa persona distinta y que, en los cinco minutos u ocho minutos que sale en el primer acto o durante las pocas intervenciones que tiene, logré dejar huella. No tiene mucho tiempo para hacerse un lugar en los corazones del público, entonces tiene que ser muy preciso para hacerse presente. La precisión ha sido un reto, sí.
Mariana Celis – Tengo entendido que es una obra que mezcla algo de comedia y ternura, pero que también se atreve a representar temas muy profundos. ¿Qué significa para ti ser parte de esta historia?
Jonathan Portillo – Para mí es un gran honor y me da mucha felicidad que Waitress llegue a México. Es una historia muy contemporánea, que refleja la realidad de muchos aquí en México. Creo que es muy importante contarla y me da mucho gusto que la gente esté conectando con el mensaje porque, como tú dices, es una gran comedia, pero también es un gran drama. Está muy bien escrito y te lleva por todas estas emociones y este viaje de nuestra protagonista conforme tiene un embarazo no deseado con su pareja, quien ejerce violencia doméstica en su contra. Esta obra describe un viaje de amor propio y autoconocimiento donde todos los personajes ayudamos a que esta historia se cuente. Vienen muchas mamás con sus hijas a sanar heridas, a entender muchas cosas de sus propias relaciones interpersonales y, bueno, al final el mensaje es que todo mejora y todo puede llegar a un mejor rumbo si así lo encausaras, apoyada de la gente que te quiere y forma la red de apoyo que te va a sacar adelante.

Mariana Celis – La obra aborda temas como el empoderamiento y el amor propio, pero también habla sobre los nuevos comienzos. ¿Hay alguna parte de la historia en específico que haya resonado contigo?
Jonathan Portillo – Yo siempre intento evitar spoilers, pero sí hay una parte de la historia que nunca olvido: durante la obra, como te decía, Jenna está embarazada. Y, a lo largo de la trama, va cambiando su opinión de si quiere mantener o no a su bebé, hasta que, hacia el final, hay esta canción hermosa donde Jenna parece enamorarse de su bebé y decide poner a su bebé como prioridad en su vida. Muestra mucho de su temple, de toda su fuerza y creo que, por eso, hasta se me pone la piel chinita de recordar ese clímax en la historia.
Mariana Celis – Yo creo que el teatro tiene mucho de esa cualidad, ¿no? De poner chinita la piel tanto a los actores como al público. En este sentido, ¿cuál dirías que es la mayor recompensa de hacer teatro musical en México hoy en día?
Jonathan Portillo – ¡Wow! Qué buena pregunta. Bueno, el teatro musical, de por sí, siempre tiene esta suerte de naturaleza apegada a algo como el realismo mágico, donde la trama siempre es más grande que la vida misma. No todos los días vamos por la calle, caminando, cuando comienza un número de danza y baile sincronizado con una multitud. Aun así, la presencia casi perpetua de la música en nuestras vidas creo que es algo que, culturalmente, tenemos muy arraigado. Hay una tradición con mucha música hermosa, compositores y música de renombre y todo eso. Por eso mismo, hacer teatro musical en México, hoy en día, me parece una gran bendición, además de que la presencia del teatro en general ha crecido mucho y eso hay que celebrarlo. En cuanto a la relación con el público, da gusto que cada vez conecten más con el género y que también se valore lo difícil que es armar una puesta en escena. Solo siendo constantes es como crearemos una verdadera cultura del teatro musical y de toda la preparación que tiene la gente que está involucrada. El teatro musical tiene esta virtud de hacerte sentir cosas tal vez un poco más personales porque te hace conectar de manera diferente con tus emociones. Diría que hasta genera sensaciones más complejas gracias a la combinación entre música, historia, personajes, escenografía y luces, sumado al espectáculo en sí. Es un lenguaje que te lleva a tener una experiencia cada vez más deseada en México. Más que solo hacer una obra, estamos creando experiencias y eso es lo que queremos que el público se lleve y que quiera volver a tener más experiencias del estilo.

Mariana Celis – Relacionado con esto, de la conexión con el público, he visto que subes a redes sociales partes del detrás de escenas y de toda la experiencia que involucra la creación de una obra. ¿Qué papel crees que juegan las redes sociales en tu conexión con el público?
Jonathan Portillo – Uy, creo que, al menos hoy en día, es indispensable. Con mi personaje de Ogie, por ejemplo, desde la primera temporada en Broadway ha sido alguien muy, muy querido. Entonces, acercar la parte técnica, creativa e íntima detrás de bambalinas al público lo ha acercado todavía más al corazón de las audiencias. A mí me parece indispensable esta comunicación, sobre todo porque, al hacerla mediante redes sociales, promocionamos más de las obras y eso se traduce en más asistentes. Funciona de la misma manera que lo hace cualquier otro arte visual, como cuando ves un póster que te da ganas de ir al teatro o cuando la imagen logra concentrar una historia claramente y te permite saber, más o menos, a lo que vas.
Esto del backstage, no conforme con todos los beneficios que ya te cuento, también representa un paso en la dirección correcta para crear esta cultura del teatro y que a la gente le interese cada vez más. Las redes sociales, por tanto, son indispensables hoy en día tanto para vender boletos como para mantener una relación bonita con la audiencia. A mí me encanta contestar mensajes e, incluso, llegó hasta a contestar con notas de voz para que eso también profundice el vínculo, ¿sabes? No me gusta solo regalar una reacción de corazoncito y ya, porque considero importante agradecerles de corazón que vayan al teatro y le den cariño a estos personajes.

Mariana Celis – Ya nada más para finalizar, ¿por qué crees que el público no puede perderse Waitress?
Jonathan Portillo – Porque es una gran historia, definitivamente. Una que te va a llenar de sentimientos encontrados y te permitirá ver el trabajo de un gran elenco con gran música. Van a reír, van a llorar y van a salir, sintiendo que el mundo puede ser mejor si así lo decidimos todos y trabajamos con la mira puesta en ello. Creo que es un musical muy ligero y, a pesar de que tiene temas muy fuertes, logra digerirse, ser ameno y nos deja con una y varias reflexiones importantes. ¡No se lo pueden perder!