El rechazo es parte del camino, pero ya no me engancho.
Foto: iEve González | Styling: Viko Navarro | Asist. Styling: Sofía Romo | Grooming: Yes del Ángel | Locación: Breitling Boutique | Producción: Roger SH
En un mundo donde las apariencias, muchas veces, pesan más que la autenticidad, Osvaldo de León se presenta como un respiro honesto y refrescante. Actor con una trayectoria en teatro, cine y televisión, ha sabido reinventarse sin perder el suelo, encontrando en la naturaleza, su familia y la actuación, un equilibrio profundo que lo mantiene conectado consigo mismo. Desde su infancia, vivida entre Matamoros y Brownsville, trasladada hasta los sets más exigentes y a su vida actual en Yucatán, Osvaldo nos comparte en esta entrevista una mirada íntima, real y poderosa sobre su arte, su paternidad, el valor de estar presente y cómo el rechazo también construye. En Dixpa creemos que las historias que más inspiran son las que se cuentan desde el corazón y Osvaldo de León, sin duda, lo hace.

Nelly Zava – ¿Quién es Osvaldo? Cuéntanos de ti.
Osvaldo de León – Nací en Texas y crecí en Matamoros, justo en la frontera entre estas dos tierras. Me considero un Tex-Mex de corazón. Crecí cruzando la frontera todos los días para ir a la escuela, y siento que absorbí lo mejor de ambos mundos. Mi infancia fue entre naturaleza, pesca, ranchos y películas que, bueno, ¡eran especialmente violentas! Tenía un club de cine con mi papá, y mientras él y yo estábamos sumergidos en la historia, a mi mamá le preocupaba el tema de la violencia. Nunca imaginé ser actor viniendo de un pueblo pequeño, pero con el tiempo entendí que no somos etiquetas ni destinos manifiestos. No me defino solo como actor, sino como muchas cosas, por ejemplo: y para no tener ninguna posibilidad de subirme a esa nube de etiquetas o ideas que, a veces, el mismo medio impone, decidí reconectar con lo esencial. Hoy vivo en Yucatán, donde mis amigos no son del medio y puedo ser simplemente Osvaldo, el papá, el amigo y el vecino.
NZ – Cuando no estás trabajando, ¿cómo reconectas contigo mismo y con la naturaleza?
Osvaldo de León – Al llegar a casa, me desconecto por completo. Nada de Tik Tok, ni redes. Me pongo cómodo y estoy con mis hijos. Mi familia es mi tesoro, que también es la razón por la que hablo poco de ellos. En Yucatán, rodeado de playa y vegetación, siento que regreso a mis raíces. La pandemia me permitió trabajar desde aquí y fue un regalo. Curiosamente, mientras más vivo el presente con mi familia, más conecto con mis personajes. La vida es el mejor curso de actuación de que disponemos.

NZ – ¿Qué te inspira a seguir creando y reinventarte como actor?
Osvaldo de León – La actuación, por ejemplo, me permite llorar cuando, como hombre, quizá no encuentro ese espacio. Cada personaje es una oportunidad para entender otras realidades. Estudio sus historias, sus porqués. No se trata de juzgarlos, sino de entender su camino. Eso me ha hecho más empático, incluso, en mi vida diaria. La actuación se basa en observar el comportamiento humano constantemente, y eso me ayuda a crecer.
NZ – ¿Ha habido algún momento que haya cambiado tu forma de ver la vida o tu carrera?
Osvaldo de León – Sí. Antes los aplausos eran mi motor. Hoy, lo que me importa es lo que mis hijos pensarán de mí cuando crezcan. No les decía que era actor hasta que alguien en la calle me pedía una foto y preguntaban por qué. Eso cambió mi perspectiva. Ahora elijo proyectos que ellos puedan ver con orgullo.

NZ – ¿Qué te mueve hoy en tu carrera?
Osvaldo de León – Busco personajes que me reten y me saquen de mi zona de confort. Recuerdo una obra de Arthur Miller donde actué y que tocaba profundamente el tema de la relación padre e hijo. Al terminar una función, alguien se me acercó llorando, agradeciendo porque había conectado con su historia personal. Si, a través de un personaje, puedo generar eso, estoy en el camino correcto.
NZ – ¿Cómo encuentras el equilibrio entre lo que esperas de ti y lo que esperan los demás?
Osvaldo de León – Al final, una vez que dicen “acción”, lo único que importa es el presente. No puedes pensar en el resultado, en cosas técnicas ni en el “qué dirán”. Tienes que estar ahí, como en la pesca: si no estás conectado con el anzuelo, no pescas. Y eso aplica en cualquier área: medicina, arte, vida.
NZ – ¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje como actor?
Osvaldo de León – La humildad. Le hablo igual al productor que a quien limpia el set. Me ha tocado ir a un restaurante y que no me cobren por cómo los traté. Me reconocen por la pantalla, sí, pero me alegra cuando eso provoca una sonrisa mutua. A veces las personas, sin saberlo, me salvan el día con su alegría.

NZ – ¿Qué sigue para Osvaldo? ¿Hay algo que aún sueñas hacer?
Osvaldo de León – Aún me faltan cosas. Quiero hacer más películas de acción y trabajar en otros países. Recién tuve un casting para una película en Europa y, aunque no sé si quedaré, ya estoy soñando con eso. Uso la ley de atracción. Como actores, buscamos personajes complejos, que nos reten. Entre más difícil parece, más ganas me dan de llevarlo a cabo.
NZ – En cuanto al rechazo, ¿tú cómo manejas esa parte?
Osvaldo de León – El rechazo es parte del camino. Pero ahora me afecta mucho menos. Antes me duraba días y, hoy, apenas me dura unos minutos. Ya no me engancho. Me digo: “No quedé, ¿qué sigue?” Y sigo lanzando el anzuelo. Como en la pesca, aprendes a soltar y a mejorar con cada intento.

NZ – Si pudieras hablar con Osvaldo cuando aún era un niño, ¿qué le dirías?
Osvaldo de León – Le diría que ese sueño que tiene lo va a lograr. Que no se atormente tanto y que cada duda y cada tropiezo eran necesarios para llegar hasta aquí. Le diría que nunca se quede con las ganas. Yo estuve a punto de rendirme muchas veces, pero valió la pena el continuar. ¿Has visto las películas de *Volver al futuro*? Donde el doctor le dice a Marty que no interactúes contigo mismo porque vas a cambiar tu futuro, bueno: algo así sentí con tu pregunta. Ahora que lo pienso, no sé si le diría algo porque, en una de esas, cambiaría todo y, a lo mejor, no termino siendo actor. Es muy delicado y tal vez solo le diría: “confía en lo que estás haciendo”.
NZ – Para finalizar, ¿hay algo que te gustaría agregar para los lectores de Dixpa?
Osvaldo de León – Gracias por este espacio: lo único que agregaría es que, para todos los que tengan un sueño, sabemos que hay gente que ha logrado metas gigantescas a los 50 o 60, así que vayan detrás de ese sueño y no se queden con las ganas. Sean humildes y nunca dejen de ser buenas personas.